Desde el crecimiento, permite la formación
de raíces sanas y abundantes.
Durante la floración
y la fructificación, estimula la planta
para dar lo mejor de su potencial genético y
así obtener una cosecha máxima.
Potencia el
sabor, aroma y aceites esenciales.
Provee a las
plantas de altas cantidades de Fósforo, Potasio,
Magnesio y Azufre.